The Undertaker logró la venganza y se llevó la victoria sobre Triple H dentro de la celda infernal en una de las luchas más impresionantes de la historia de la WWE. La lucha estuvo cargada de momentos brutales y mucha angustia por parte del árbitro Shawn Michaels.
Todo terminó en respeto cuando Shawn Michaels levantó a un lastimado Undertaker y juntos asistieron a Triple H, finalizando el momento en un emotivo abrazo para dar por terminada una inolvidable era.